¿Está sobrevalorado el emprendimiento? ¿Será el emprendimiento la mejor opción de crecimiento para la economía? ¿La realización profesional se alcanza solo siendo emprendedor? 

Estas son algunas de las preguntas que me hago cada vez que escucho a empresarios quejarse de la fuga de talentos y de la informalidad de las nuevas generaciones para “echar raíces” dentro de la empresa, uno de los problemas que enfrentan cuando los colaboradores acaban desertando de la compañía por seguir su propio proyecto emprendedor, que si tienen la suerte de ser parte de los 11 de 100 negocios que sobreviven en México, estarán enfrentando la misma dificultad: no mantener dentro a las personas adecuadas para poder hacer crecer su empresa.

Creo que es momento de comenzar a hablar de una figura que beneficia a todos: los intraemprendedores. Ellos son audaces, enemigos de la rutina, innovadores, proactivos, y creativos, por lo que  suman y aportan nuevas ideas desde el compromiso y conocimiento de la compañía ¿Suena bien verdad?  Es necesario reconocer el perfil emprendedor dentro de los colaboradores de la empresa, para poder crear un ambiente que genere resultados y evitar la fuga de este talento.

Los intraemprendedores deben ser escuchados y permitirles crecer y desarrollar proyectos para y dentro de la misma empresa con la que colaboran siempre con el respaldo de la compañía, el talento debe ser canalizado de manera que existan ventajas para el trabajador y la empresa. De este modo el clima laboral, la productividad y los resultados se verán influenciados positivamente por esta figura que va a llegar para cambiar el modelo de las empresas en donde los organigramas, procesos y manuales operativos ya no pueden ser inflexibles. 

Los empresarios deben de incentivar el emprendimiento interno creando un clima que fomente la innovación, estando dispuestos a escuchar críticas, a no castigar los posibles errores y comprendiendo que la audacia de los emprendedores dentro de las empresas es un ganar-ganar.

Los retos de un emprendedor que tiene que comenzar de cero, buscar fondos y levantar una empresa de la nada, desaparecen cuando se suman a una empresa que sea acorde a sus planes y esté abierta a darles un espacio como un interemprendedor que no tendrá que preocuparse por trámites, sueldos y toda la burocracia que implica iniciar una empresa.

Anímate a ser un intraemprendedor, preséntate como tal, actúa con la seguridad y la audacia para hacer que las cosas sucedan, pide, propón, actúa… los resultados están esperando.